Pulpo

El pulpo es un molusco marino perteneciente a la clase Cephalopoda y al orden Octopoda. Es un animal invertebrado caracterizado por su cuerpo blando, su gran inteligencia y su capacidad para camuflarse en su entorno.
Cuerpo y tentáculos: Su cuerpo es flexible y está compuesto por una gran cabeza (manto) y ocho tentáculos largos y musculosos, cada uno provisto de ventosas sensibles al tacto y al gusto.
Cerebro e inteligencia: Es uno de los invertebrados más inteligentes. Posee un sistema nervioso muy desarrollado y una gran capacidad de aprendizaje, resolución de problemas y memoria.
Camuflaje: Puede cambiar de color y textura gracias a células especializadas llamadas cromatóforos, lo que le permite confundirse con su entorno para evitar depredadores o acechar a sus presas.
Movimiento: Se desplaza principalmente arrastrándose con sus tentáculos o expulsando agua a presión por un sifón, lo que le permite moverse rápidamente.
Alimentación: Es carnívoro y se alimenta de crustáceos, peces y moluscos. Puede usar su pico córneo para perforar conchas y extraer la carne de su presa.
Sistema circulatorio: Tiene tres corazones: dos bombean sangre a las branquias y el tercero al resto del cuerpo. Su sangre es de color azul debido a la presencia de hemocianina en lugar de hemoglobina.
Reproducción: La hembra cuida sus huevos hasta que eclosionan, pero suele morir poco después debido a un proceso biológico que la lleva al final de su ciclo de vida.
Los pulpos se encuentran en casi todos los océanos del mundo, desde aguas poco profundas hasta las profundidades marinas. Son animales solitarios y poseen una vida relativamente corta, de unos pocos años, dependiendo de la especie.